TURISMO EN CHURÍN



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La gigantesca cordillera de los Andes que recorre de norte a sur a lo largo del Perú, lo divide en tres grandes regiones naturales bien diferenciadas entre sí, cada una de las cuales posee relieve, clima, recursos, fauna y flora característicos. Estas tres regiones reciben el nombre de la Costa, la Sierra y la Montaña o Selva.

 

La Costa es la franja desértica de terreno que, con una anchura de 15 a 100 kilómetros, se extiende entre el océano Pacífico y la vertiente occidental de la cordillera de los Andes. En conjunto, abarca alrededor de un 11% del territorio de la nación. Es una región en la que se observan pocas precipitaciones, compuesta principalmente de arenales y áridas llanuras, sólo interrumpidas por oasis en los depósitos de terrenos aluviales de los ríos que descienden de las montañas. En torno a estos pequeños oasis o pequeños valles, en número de unos cuarenta, habita el 30% de la población. Entre los principales ríos de la región figura el Chira, el Tumbes y el Rímac, en cuya cuenca se hallan las grandes aglomeraciones urbanas de Lima, ciudad capital del Perú, y el Callao.



Ahora bien, la Sierra es la segunda región que comprende propiamente la cordillera de los Andes que atraviesa de norte a sur el país. Es aquí donde se encuentra, entre otras, Churín, capital del distrito de Pachangara, provincia de Oyón, Lima. Esta región se compone por tres zonas o espacios: una altitud de suaves declives, una serie de grandes elevaciones con imponentes picos y un conjunto de barrancos y cañones cuyas paredes son tan abruptas que resulta extremadamente difícil ascender o descender por ellas.

 



La anchura de la Sierra es 200 a 480 kilómetros y su altura media puede alcanzar los 3.500 metros sobre el nivel del mar, con algunas cumbres que sobrepasan los 6.000 metros. El pico más elevado de la cordillera es el soberbio Huascarán, al que le siguen Yerupajá, el Coropuna, el Solimana, el Salcantay y otros.

 

Con el paso del tiempo, Churín ha pasado de ser una ciudad mayormente rural a la cual se podía acceder sólo a través de largas caminatas (no habían carreteras o autopistas que comunicaran varias de estas localidades) a ser el centro de pasajes turísticos inolvidables, por su atractivo y pintoresco panorama y sus aguas termales, que son conocidas a nivel nacional e internacional.

 

Hoy en día, Churín atrae a visitantes de todo el mundo por su calidez como integrantes de una comunidad. Es muy común observar a los jefes de familia reunidos a las afueras de sus casas con tejas y colores muy vivos, así como ver a los niños jugar en las plazas (como la de Armas) que conservan la historia de esta maravillosa población.

 

Lo cierto es que la población de Churín se esfuerza por mantener en alto las tradiciones y costumbres de los ancestros y pobladores iniciales. La medicina natural es un aspecto que forma parte de la vida diaria, las lecciones que los residentes tienen por enseñar, nos dejan con la intriga de saber cada vez un poco más sobre Churín, Pachangara.



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